El camino hacia la Industria 4.0 es largo de recorrer y está jalonado de muchos objetivos intermedios. Pero si no se emprende, nuestro negocio puede perder el tren de la competitividad y estar abocado al fracaso.
Hoy en día responder a la demanda de los clientes no es nada fácil. Cada departamento de las organizaciones del sector industrial tiene sus propios problemas a los que enfrentarse. ¿Cuáles son sus principales preocupaciones?
Para todos ellos, la transformación digital es la clave para que evolucionen los departamentos, y con la suma de todos ellos, el propio negocio. Es necesario conectar mejor con los clientes, empoderar a los empleados con la información precisa en el momento adecuado, optimizar las operaciones pudiendo así ofrecer nuevos y mejores servicios, y transformar el negocio para impulsar la innovación y el crecimiento.
En un mercado cada vez más globalizado, uno de los principales intereses se centra en hacer crecer el negocio. Impulsarlo para crecer tanto localmente como más allá de nuestras fronteras físicas naturales. Crecer para ofrecer economías de alcance y escala.
Es esta preocupación la que revela una reciente encuesta mundial de Gartner, Inc. Sobre el papel del CIO: la transición del ejecutivo de entrega al ejecutivo de negocios, desde el control de costos y procesos de ingeniería, hasta la generación de ingresos y la explotación de datos. Para 2018 y según informó el 26% de los CIO, el crecimiento es la prioridad N ° 1. Se espera que el uso de productos y servicios digitalizados genere nuevas formas de ingresos, valor comercial y compromiso de los clientes y ciudadanos.
No menos importante es reducir los fallos y el downtime, optimizar los procesos de producción y sus costes, mejorar la coordinación en los procesos de planta y la flexibilidad con la que éstas operan, y transformar sus organizaciones para que sean verdaderamente dinámicas.
¿Cómo se puede conseguir todo esto? Por un lado, monitorizando el flujo de producción disponiendo de información lo más cercana al tiempo real, de tal manera que se reduzcan las mermas y los trabajos innecesarios.
Por otro lado, implementando sistemas de alerta que me permitan reducir los tiempos de parada y mejorar su productividad. Paralelamente, disponiendo de sistemas de gestión de los equipos que me permitan controlarlos remotamente. Como por ejemplo mediante la incorporación de sistemas SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos para supervisar procesos industriales a distancia) con el fin de optimizar su uso, adecuar su funcionamiento a los cambios en la cadena de producción y de paso, reducir el consumo energético.
Una vez alcanzados estos objetivos, debemos ser capaces de analizar los datos generados en planta para actuar rápidamente sobre los insights de producción, como pudieran ser ineficiencias o cuellos de botella y mejorar la productividad.
¿Y si pudiéramos proporcionar visibilidad cruzada de los inventarios para optimizar la oferta y reducir los costes compartidos en la cadena de valor?
Podría parecer imposible, pero no estaría de más incorporar datos agregados de productos, opiniones de los clientes y otros datos sindicados de terceros para identificar y corregir problemas de calidad.
Todo esto que planteamos tiene que ver con la Industria 4.0. una revolución ligada a la eficiencia y calidad de procesos, a la robótica y a los sistemas ciberfísicos, al IoT (Internet of the Things, que simplifica y hace más eficiente la intercomunicación de información entre cualquier elemento conectado). Y con una importante necesidad en la flexibilidad de la fabricación.
En suma, a sistemas inteligentes capaces de recoger y procesar información, en tiempo real o de forma dinámica, para monitorizar, flexibilizar y optimizar los procesos, haciendo uso de nuevas tecnologías, llegando incluso a incorporar conceptos de virtualización y simulación de productos o procesos.
Actualmente muchas empresas ya han puesto en marcha procesos que podríamos relacionar con las líneas de mejora que propone la Industria 4.0. Pero es un camino largo de recorrer, y con muchos senderos u objetivos intermedios. Y si no se camina, puede significar la congelación de una empresa a medio y largo plazo.
CONCLUSIÓN
En CONASA nos dedicamos a la consultoría sobre optimización e implantación de procesos y soluciones para empresas especializadas en la actividad industrial. Creemos firmemente que para sobrevivir y crecer en entornos tan competitivos como el industrial es preciso ir dando pasos en este sentido. Implementando soluciones ERP ágiles y con capacidad de integración y crecimiento. Apostando por las nuevas tecnologías Cloud que nos permiten ahorrar costes, estar conectados y disponer de la información independientemente del dispositivo utilizado.
En nuestro próximo post abordaremos iniciativas concretas para andar juntos este camino.
¿En qué punto se encuentra su organización?
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