En nuestras conversaciones con clientes a la hora de implantar soluciones que ayuden a sus departamentos de marketing y ventas, hemos podido identificar las necesidades que de forma genérica son más frecuentes, independientemente del sector y el tamaño de cada empresa.
Cierto es que el grado de informatización de los negocios poco a poco va calando entre todas sus áreas y personal, de tal manera que ya estamos habituados al empleo de correo electrónico, videoconferencias, al trabajo colaborativo en documentos compartidos, o a la implantación de una solución ERP para no sólo llevar la contabilidad, sino para organizar también la información entre las áreas del negocio. Pero en el área de marketing y ventas en muchas ocasiones hay un vacío que impide dar un salto cualitativo en la gestión.
En primer lugar, sorprende el hecho de que con demasiada frecuencia no exista una información completa y fidedigna para la toma de decisiones. Está repartida, no está identificada o quizá obsoleta, y esa forma de manejar los datos impide trabajar con confianza e incorporar nuevos recursos humanos a los departamentos para crecer.
¿Somos capaces de hacer previsiones de ventas fundamentadas en datos? Basarse en conjeturas subjetivas, o en intuiciones ya no es la única forma de trabajar. Ahora tenemos información de la que quizá no saquemos todo su valor. ¿Qué tal si empezamos por analizar campañas y facturaciones pasadas, y proyectando tendencias consolidando además información externa que, por ejemplo, nos pueda llegar de redes sociales?
No menos importante es analizar la rentabilidad de los clientes. Quizá tengamos datos de pedidos, de facturación, y por supuesto de los pagos… pero no podamos cruzarlos con el esfuerzo comercial de captarlos o mantenerlos, con los costes de las campañas de marketing o de los recursos empleados en la pipeline. Nuestro ERP se puede conectar con herramientas que nos permitan precisamente ese análisis conjunto. ¿Nos es posible medir el retorno de las campañas de marketing?
¿Y qué decimos de la satisfacción de nuestros clientes? ¿Disponemos de métricas para conocer su grado de satisfacción? ¿Controlamos la relación uno a uno, que es precisamente lo que a día de hoy nos están demandando? ¿Somos capaces de personalizar los mensajes y las ofertas, para hacer ventas cruzadas o ampliar nuestros servicios?
Y a veces -esperemos que pocas- los clientes nos dejan de contratar nuestros servicios. ¿Cómo llegaron a nosotros? ¿Por qué no cuentan con nosotros para futuros proyectos o necesidades?
Para dar respuesta a todo esto hay soluciones. Y éstas pertenecen a la categoría CRM (Customer Relationship Management), que no es otra cosa que Gestión de Relaciones con Clientes.
En nuestro caso implantamos Dynamics CRM, ahora conocido como Dynamics 365 for Sales, Dynamics 365 for Microsoft Dynamics 365 for Customer Service, o Dynamics 365 for Customer Insights, que son diferentes módulos orientados a finalidades específicas y complementarias entre sí. Todas ellas orientadas a conseguir la excelencia en la gestión con los clientes.
El conocimiento de estas herramientas de Microsoft nos ayuda precisamente en esas conversaciones con los clientes a identificar qué es lo que mejor encaja en cada escenario de trabajo. En su conjunto, las soluciones CRM de Microsoft Dynamics permiten definir metas y comparativas con esas metas, proyectar, conocer la historia, incorporar información de otros sistemas (correos, ERP, redes sociales)…
Lo mejor de estas propuestas en la nube es que no asusta su implantación, y no sólo por su sencillez, sino también por su integración nativa con otras soluciones de gestión (Dynamics NAV, Office365, SharePoint…) y por la ausencia de costes iniciales de licenciamiento. Se trata de un pago por uso que permite ir avanzando al ritmo que lo precise el negocio, y sin límites para crecer. Que de eso se trata.
CONCLUSIÓN
¿En qué punto se encuentra su organización?
Contacte con nosotros sin compromiso y juntos avanzaremos al ritmo que precise su negocio.