En los últimos años, la tecnología de los contenedores ha ido adquiriendo gran relevancia, hasta el punto de convertirse en un concepto muy popular en el mundo TI. Sin embargo, todavía existe cierto desconocimiento para una parte de la sociedad, por lo que hoy queremos hacer un repaso por su evolución, funcionamiento y utilidad.
¿Tienes dudas? No te quedes con ellas.
Breve introducción a los contenedores
¿Alguna vez te has preguntado por qué la estructura de los contenedores es diferente de la virtualización clásica? Esta tecnología es protagonista en el ecosistema de los microservicios. La idea general de los contenedores no es algo nuevo, ya que lleva presente desde finales del siglo XX. Su evolución ha estado muy unida al kernel de Linux, dado que muchas de sus características han posibilitado el avance en el desarrollo de los contenedores.
Constituyen “la imagen de un sistema de ficheros diseñada para empaquetar una aplicación y ejecutarse en un sistema operativo compartido como un proceso”. Es un concepto novedoso en el que se encuadran los cgroups (para gestionar y asignar recursos a un grupo de procesos) y los namespaces (para aislar y virtualizar estos recursos). Sin embargo, la principal diferencia de los contenedores con las máquinas virtuales se encuentra en la forma en que cada capa de virtualización usa los recursos de la máquina: “El hipervisor abstrae el sistema operativa de la máquina virtual del hardware subyacente, y el motor de contenedores abstrae la aplicación del contenedor del sistema operativo subyacente”, como señala Computing.
Sus principales semejanzas residen en el aislamiento entre máquinas virtuales/contenedores y la presencia de una capa intermedia capaz de ejecutar la máquina/contenedor en el equipo. Pero la manera de implementarse es muy diferente. A raíz de su gran diferencia surgen el resto, y destaca la complejidad de la memoria por las capas de software a gestionar, entre otras cosas. Los tiempos de inicio, apagado y ejecución también varían, pues son menores en contenedores, lo que posibilita un despliegue ágil de aplicaciones.
En el principio de los tiempos del desarrollo de las aplicaciones, cualquier mínimo cambio en una aplicación existente o en el estilo de arquitectura requería la actualización masiva de las versiones, lo que retrasaba a muchos subequipos. El código fuente de la aplicación se creaba en una única pieza, y por ello recibía el nombre de modelo monolítico. Este tipo de estructura ralentizaba el proceso porque si las actualizaciones de una parte de la actualización provocaban algún error, había que desconectar toda la unidad, analizarla y solucionar el problema. Y aunque este tipo de aplicaciones todavía siguen existiendo, cada vez son más las empresas y profesionales que apuestan por los microservicios. No pueden permitirse tanto tiempo de inactividad.
Virtualización y contenedores: Dos tecnologías complementarias
La evolución de estas herramientas nos lleva a hablar de dos tecnologías complementarias, dado que en algunos casos conviene utilizar una tecnología frente a la otra. Por ejemplo: las máquinas virtuales en entornos estables y consolidados, y los contenedores en entornos más cambiantes, con metodologías ágiles donde se ejecutan múltiples instancias de una misma aplicación.
En definitiva, nos encontramos antes una tecnología disruptiva que abre un mundo de posibilidades en el desarrollo de los microservicios, entendiendo como tal “un estilo de arquitectura y un modo de programar software”. Con ellos, las Apps se dividen en sus componentes mas pequeños, independientes entre sí.
Marcan la diferencia frente al enfoque monolítico y tradicional de las aplicaciones donde todo se construye sobre una sola pieza. Los microservicios no. Trabajan en conjunto para realizar las mismas tareas. Como consecuencia, nos encontramos ante un componente fundamental de la optimización del desarrollo de aplicaciones para un modelo nativo en la nube.
Los sistemas e infraestructuras te permiten hacer la transición desde entornos tradicionales a entornos cloud con total seguridad, pudiendo coexistir ambos entornos y facilitando, en gran medida, una migración progresiva.
Los microservicios, ¿una idea innovadora?
En mayor o en menor medida, quizás ya hayas escuchado hablar de la Nube, de los Contenedores Docker, Microservicios, Kubernetes, Openshift, etc., pero veamos brevemente en qué consisten.
Docker es un proyecto Open Source ideado para contenedores ligeros y portables, lo que facilita la ejecución en cualquier sistema operativo con Docker instalado. Este contenedor puede instalarse tanto en MacOS, Linux y Windows con un proceso sencillo.
Kubernetes, por su parte, es un sistema ideal para la automatización de despliegues, gestión de aplicaciones de contenedores, escalado, gestión de servicios, etc.
En realidad, una aplicación se compone de contenedores interconectados entre sí y necesita ser desplegada en distintos hosts para tener una alta disponibilidad. Kubernetes permite solucionar los problemas de propagación y crecimiento de contenedores, agrupándolos y ordenándolos en un único nodo llamado Pod. Si quieres conocer más datos acerca de su funcionamiento, te invitamos a visitar este post.
IBM Cloud Private: Desarrolla contenedores en la nube o localmente
IBM Cloud Private es el nombre que recibe la solución de Conasa para todas aquellas empresas que quieran desarrollar y administrar aplicaciones en contenedores locales o en la nube. Es una plataforma de nube privada para desarrollar y ejecutar cargas de trabajo. Un entorno integrado capacitado para diseñar, desarrollar, implementar y administrar aplicaciones nativas en la nube.
Nuestra alternativa incluye contenedores Kubernetes, una consola de gestión, marcos de supervisión y un repositorio de imágenes privadas. No nos cabe duda de que las aplicaciones cloud son parte del escenario de la sociedad digital en la que vivimos, pero ¿qué hacen las empresas para transitar hacia esta nueva realidad? La mayoría invierte en potentes soluciones a largo plazo, como IBM Cloud Private, que facilita la creación de aplicaciones nativas cloud y la modernización de las que ya existen.
IBM Cloud Private es mucho más que un cloud privado. Es una solución que brinda a las empresas un entorno ubicado detrás de su cortafuegos para centralizar el diseño, el desarrollo, el despliegue y la gestión de aplicaciones cloud usando herramientas innovadoras.
¿Estás preparado para modernizar tus aplicaciones existentes migrándolas a cloud? Consúltanos todas tus dudas.