Vivimos en la era de la nube. Y eso, sin duda, tiene sus efectos. El Cloud Computing se ha convertido, a la vez, en necesidad y tendencia para cambiar el paradigma del servicio y la relación entre las empresas y sus proveedores tecnológicos. En tres palabras: agilidad, rendimiento y rentabilidad.
Los servicios en la nube se han convertido en uno de los grandes paradigmas tecnológicos del siglo XXI. Sobre todo, por tratarse de una alternativa a las soluciones on premise tradicionales donde la instalación del software corría en los servidores propios de la organización.
Son, ni más ni menos, que infraestructuras, sistemas de software, o simplemente plataformas que algunos proveedores externos alojan y ofrecen a los usuarios a través del acceso a internet. Facilitan el flujo de datos a nivel de servidor, Tablet, PC o cualquier otro sistema de hardware. Como usuario, solo necesitas un dispositivo con conexión a internet para empezar a disfrutar de los servicios en la nube.
Todo lo que puedas imaginar en el terreno de las plataformas, sistemas software o tecnologías a las que accedes por medio de la red, es un servicio en la nube. Y no necesitar descargas adicionales.
Estos servicios han evolucionado a lo largo del tiempo hacia:
El constante avance y evolución del sector dificulta el estar al día de los servicios y productos, por lo que los proveedores tienen que hacer un esfuerzo adicional para poder atender y asesorar a sus clientes.
Antes de nada, los servicios cloud gestionados son servicios de mantenimiento integrales donde una organización se encarga de toda o una parte de la operativa del negocio. Para ello, se lleva a cabo a través de servicios de soporte, grupos operativos, gestión de peticiones, administración, gestión transparente de la infraestructura informática de la empresa, etc.
Sin embargo, los servicios gestionados no se aplican únicamente a la nube para gestionar el despliegue TI tradicional, entre otras cosas, sino que también se utilizan aplicaciones (mantenimiento y soporte), infraestructuras (diagnóstico de problemas o incidencias) y proyectos para nuevas funcionalidades de negocio.
Entre las principales ventajas de estos servicios encontramos:
Tu negocio es muy importante. Dedícale el tiempo que necesita.
Es tal la importancia que han adquirido los servicios en la nube en los últimos años, que algunos proveedores se han enfocado en apoyar a las empresas en el uso de las tecnologías y los servicios Cloud Computing. Para ello, ofrecen servicios de consultoría, implantación, migración y gestión de los centros de respaldo. Sin embargo, el salto a la nube no es cualquier cosa, sino que supone un cambio radical en el modelo y en la mentalidad del área de sistemas. ¿Estarías dispuesto a trasladar tu CPD físico al mundo virtual? ¿Necesitas aumentar la productividad de tu empresa?
La solución ideal está en cloud. No solo implica mayor seguridad, sino también flexibilidad, accesibilidad, optimización, velocidad e integración. Sin duda, el futuro de las empresas va ligado a los servicios en la nube, pues ya se han convertido en una herramienta vital para la gestión y la optimización de tareas.
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