¿Cómo ha cambiado el Internet de las Cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (IA) la actividad de las empresas? Gurús informáticos, avances tecnológicos y un sinfín de nuevas iniciativas están marcando la revolución digital que vive el mundo empresarial.
Estos avances nacen con una idea muy clara, la de simplificar la vida de las personas y contribuir a la mejora de los negocios a través de la conectividad con objetos y dispositivos. No solo lo ha conseguido, sino que ha sobrepasado sus expectativas. Conexión entre máquinas, gestión de mayor cantidad de datos, calidad de la información, mayor seguridad para los trabajadores, nuevos modelos de negocio, herramientas tecnológicas más eficientes… Todo esto se ha traducido en una sola palabra: productividad.
¿Eres una empresa? ¿Has sentido la llamada de la tecnología? Vamos a contarte cómo es IA y IoT aplicado a las organizaciones.
¿Qué es IoT?
Hace algún tiempo, un experto en el tema contaba que si la revolución industrial supuso que por primera vez el hombre estaba creando máquinas cuya fuerza superaba a cualquier animal, en esta nueva etapa está ocurriendo lo mismo, pero con la inteligencia. Desembocamos en la cuarta revolución industrial con la Inteligencia Artificial (IA) como protagonista, la realidad aumenta, Robots autónomos, simulación, ciberseguridad, Cloud, impresión 3D, etcdajunto a los sistemas de almacenamiento de energía, los drones, la biotecnología y otros avances en 3D, robótica.
Esta capacidad de las máquinas para ‘pensar’ y ‘razonar’ por su cuenta es probablemente el avance más importante desde que se inventó la informática, y lo cierto es que lo está cambiando todo. Automatización de los procesos, dejando a las personas poner el foco en actividades que solo ellos pueden realizar. Se trata de una especie de combinación entre las personas y las tecnologías, de encontrar el equilibrio entre ambas para exprimir al máximo todo su potencial.
¿Qué es IA?
La Inteligencia Artificial tiene cada vez más presencia en nuestro trabajo, en la sociedad y en nuestras vidas. Nuestros objetos cotidianos están conectados a internet: frigoríficos y congeladores inteligentes con conexión Wi-Fi, robots aspiradores inteligentes, hornos que envían un mensaje al cocinero cuando el plato está listo, televisiones inteligentes, puertas de garajes, sensores para el jardín para medir la humedad y un largo etcétera. La inteligencia es imparable.
La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología presente en las máquinas que utilizamos en nuestro día a día, como el Smartphone. La IA ha sido creada a través de la combinación de algoritmos planteados con el fin de crear máquinas con las mismas capacidades que el ser humano.
¿Cómo son estos avances aplicados a las empresas?
Hasta ahora, veníamos hablando de IoT enfocado en nuestros hogares, pero ¿cómo se manifiesta realmente en las empresas? Vamos a ver algunos ejemplos, pero antes de ponernos manos a la obra es importante recordar que las empresas innovadoras no solo son aquellas que desarrollan nuevos productos y servicios para los consumidores, sino también aquellas que usan las nuevas tecnologías para agilizar sus procesos y mejorar la productividad.
Por eso, cada vez se habla más de EIoT (Enterprise Internet of Things), es decir, Internet de las Cosas aplicado a las empresas.
La IA combinada con el IoT ha llegado a las empresas de maneras muy distintas, desde la simple regulación de la temperatura en nuestra oficina, hasta el seguimiento de las acciones que realizan nuestros clientes o del envío de pedidos en tiempo real.
En marketing, la Inteligencia Artificial permite recoger información masiva del público objetivo al que se dirige la empresa, gracias a la segmentación por sus hábitos y comportamiento a través de la web. Recogen y analizan los datos, poniéndonos a nuestra disposición para poder tomar mejores decisiones. Otras vías de aplicación IoT en la empresa:
- Dispositivos con conexión a internet (Smartphone, ordenador o Tablet, entre otros).
- Aplicaciones de la empresa que pueden instalarse fácilmente tanto en nuestro ordenador como en el teléfono móvil.
En definitiva, IoT ha venido para quedarse y su implantación en las compañías y los hogares es cada vez mayor.
Ventajas de aplicarlos en las compañías
Se calcula que el impacto global del Internet de las Cosas en el negocio será de “más de 14 trillones de dólares para 2030”, según un estudio realizado por la consultora Accenture. Sumado a todos los avances tecnológicos que están desembocando en la sociedad, las ventajas se multiplican para los procesos de las empresas:
- Mayor eficiencia en los procesos de gestión de la compañía.
- Ahorro de costes y tiempo invertidos en la logística.
- Detección de las ineficiencias y reducción de los fallos.
- Mayor calidad en la atención al cliente.
- Gestión de espacios a través de sistemas.
- Mantenimiento predictivo de toda la maquinaria.
- Mayor seguridad industrial.
- Incremento del control y el seguimiento de los procesos.
- Monitorización de equipos.
El IoT ha llegado a todos los sectores de la sociedad, por ello vamos a mostrarte otros usos extendidos de la Inteligencia Artificial:
- Sector agrícola. Agricultura inteligente y mayor control del ganado.
- Sector industrial. Monitorización de los equipos y procesos de fabricación, e incluso mayor control y seguridad gracias a la tecnología blockchain.
- Sector público. Aplicaciones de Smart Cities a través del alumbrado o el transporte urbano inteligente, entre otras cosas.
La sociedad actual presenta nuevas generaciones que no solo nacen con la tecnología, sino que la demandan cada vez más, interactuando con los objetos y las personas. Según datos de Cisco publicados en 2015, “más del 99% de las cosas en el mundo físico aún no están conectadas a internet, pero en 2020, 37.000 millones de cosas inteligentes ya estarían conectadas”.
Sumergidos de lleno en 2020, podemos afirmar que las previsiones se han cumplido. Mientras la Industria 4.0 tiene como protagonistas a la digitalización, la automatización y las técnicas de mejora de los procesos, IoT es una revolución en sí protagonizada por el big data, la analítica, los dispositivos interconectados, el mantenimiento predictivo y la seguridad industrial.
¡La conexión importa!