Según un estudio de Garner, la incapacidad de responder rápidamente a los cambios en las tendencias del mercado se identifica como la principal barrera para las ambiciones de negocio digital de los compradores españoles. En el contexto actual, las empresas deben contar con una infraestructura TI sólida y eficiente si quieren estar a la vanguardia en un mundo cada vez más digitalizado.
Sin embargo, llegar a implantar una infraestructura de este tipo trae consigo una serie de desafíos que no todas las empresas pueden afrontar de forma individual. Entre ellos, garantizar la escalabilidad y la seguridad o gestionar la integración y las limitaciones presupuestarias; abordar estos obstáculos es crucial para el éxito del diseño y la implantación de una infraestructura informática.
En este artículo, vamos a desglosar los principales desafíos que se presentan en la gestión de infraestructuras informáticas y cómo abordarlos con éxito para mantenerse a flote en el competitivo mercado actual.
5 desafíos en la gestión de infraestructuras informáticas
La gestión efectiva de infraestructuras informáticas es un pilar fundamental para el éxito de cualquier organización en la era digital. Sin embargo, esta tarea se ve obstaculizada por una serie de desafíos que pueden comprometer la eficiencia, la seguridad y la escalabilidad de los sistemas. A continuación, haremos un análisis detallado de estos desafíos y las posibles estrategias para superarlos:
- Ausencia de procesos documentados y roles definidos
Una gestión de servicios de TI sólida requiere una base sólida de documentación. La falta de procesos documentados y roles claramente definidos puede generar confusión, ralentizar las operaciones y dificultar la incorporación de nuevos miembros al equipo. Un paso fundamental para abordar esta situación es la documentación exhaustiva de los procesos, las funciones y las responsabilidades, lo que proporciona una base sólida para la gestión eficiente de la infraestructura.
La mejor forma de poder realizar esta tarea con éxito es poniendo en marcha una serie de estrategias clave:
- Desarrollo de un framework de gestión de servicios: Implementar un marco como ITIL o ISO 20000 proporciona una estructura sólida para la gestión de servicios y facilita la documentación de procesos.
- Creación de un repositorio centralizado: Almacenar toda la documentación en un lugar accesible para todos los miembros del equipo facilita la consulta y la actualización.
- Definición clara de roles y responsabilidades: Asignar responsabilidades específicas a cada miembro del equipo garantiza la claridad y evita duplicidades.
- Problemas de comunicación y colaboración
Tener certificaciones y procesos claramente definidos no garantiza por sí solo el éxito en la gestión de infraestructuras TI si persisten problemas de comunicación y colaboración entre los diferentes departamentos. Las barreras de comunicación entre equipos, ya sea por el uso de terminología diferente o por la falta de interacción efectiva, pueden obstaculizar el valor que la gestión TI agrega a la organización.
Establecer roles y responsabilidades claras, así como implementar Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA), ayuda a crear expectativas realistas tanto para los clientes internos como externos. Estos acuerdos permiten una mejor comprensión de los requisitos, alinean las expectativas y aseguran que todas las partes involucradas compartan un mismo lenguaje y entendimiento de los objetivos.
Un ambiente de colaboración puede fortalecerse mediante la organización de reuniones regulares entre el personal TI y los usuarios internos o externos, donde se discutan términos y definiciones, se aclaren responsabilidades y se establezcan prioridades claras para los proyectos. Garantizar el uso de un lenguaje común es clave para evitar malentendidos y mejorar la eficiencia operativa.
- Excesivas modificaciones en los sistemas
Una práctica común en las organizaciones actuales es la realización de modificaciones excesivas en los sistemas, aplicaciones o herramientas lo que puede desestabilizar la infraestructura y dificultar la trazabilidad de los cambios. Aunque es cierto que los ajustes para adaptarse a las necesidades del usuario son parte integral de la gestión de infraestructuras, es crucial establecer límites en cuanto a qué cambios pueden realizarse y quién tiene la autoridad para aprobarlos. Una forma de hacer frente a estos desafíos puede ser:
- Establecer un proceso de control de cambios: Implementar un proceso formal para evaluar y aprobar todas las modificaciones antes de que se realicen.
- Documentar todos los cambios: Mantener un registro detallado de todos los cambios realizados, incluyendo la razón, el impacto y el responsable.
- Realizar pruebas exhaustivas: Antes de implementar cualquier cambio, realizar pruebas exhaustivas para garantizar que no afecte negativamente a otros sistemas.
- Infraestructuras obsoletas
El avance de la transformación digital y la industria 5.0 exige que las infraestructuras TI se mantengan actualizadas. Si la infraestructura subyacente, como redes, centros de datos o servidores, no evoluciona al mismo ritmo que las necesidades empresariales, la empresa corre el riesgo de perder competitividad y eficiencia operativa.
Las infraestructuras obsoletas pueden generar una serie de problemas, como:
- Falta de disponibilidad del servicio debido a fallas recurrentes.
- Problemas de latencia que afectan la calidad del servicio.
- Limitada interoperabilidad entre sistemas.
- Brechas de seguridad debido a redes desactualizadas.
- Un equipo TI centrado más en solucionar problemas que en agregar valor.
Para mitigar los efectos negativos de una infraestructura desactualizada, las organizaciones deben realizar un inventario exhaustivo de su infraestructura TI, evaluando el nivel de obsolescencia de cada componente y su vulnerabilidad. Además, es necesario establecer un plan de actualización, asignar presupuesto para la adopción de nuevas tecnologías y asegurar que las soluciones implementadas sean escalables.
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- Limitaciones presupuestarias y de costes
Una de las grandes barreras en la implementación de una infraestructura informática eficiente es la falta de presupuesto. Las organizaciones deben equilibrar la necesidad de invertir en tecnología nueva con la presión de mantenerse dentro del presupuesto.
La mejor solución para hacer frente a este desafío es realizar una planificación exhaustiva de los costes, priorizando las inversiones en aquellos componentes y funcionalidades esenciales para el negocio. Las organizaciones también pueden explorar alternativas rentables, como el uso de software de código abierto y servicios en la nube, que ofrecen soluciones escalables sin necesidad de grandes inversiones iniciales.
Negociar estratégicamente con los proveedores también es una herramienta eficaz para reducir costes sin comprometer la calidad o el rendimiento. Al aprovechar estas estrategias, las organizaciones pueden gestionar mejor sus recursos financieros mientras garantizan que su infraestructura TI siga siendo competitiva y eficiente.
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A pesar de que existen varias prácticas y estrategias para poder abordar los desafíos de la gestión de infraestructuras informáticas en las empresas actuales, ponerlas en marcha sin ayuda de expertos, a la larga, puede resultar en más complicaciones de lo necesario.
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