Nos encontramos ante una nueva evolución, esta vez en el ámbito de la memoria. Esta no es otra que la memoria RAM DDR4, sucesora de la anterior DDR3. Pero… ¿realmente merece la pena el cambio en estos momentos? Vamos a analizarlo.
¿Qué es la memoria RAM?
Antes de nada, recurriré al siguiente símil para intentar explicar qué es la memoria RAM y cuál es la función que cumple en nuestros equipos. Supongamos que tenemos una estantería enorme llena de libros. Esta estantería podemos tomarla como el disco duro que almacena toda la información (los libros). La memoria RAM sería la mesa que tenemos para trabajar con esos libros. Cuanto mayor sea la mesa y mejores características tenga (en el caso de la RAM, velocidad, latencia, etc.), mayor va a ser la cantidad de libros que podamos manipular a la vez y de forma más eficiente.
Evolución de las memorias DDR
Con cada nueva versión, la memoria RAM DDR ha ido trayendo diversas mejoras desde que salió a la luz el estándar DDR en 1996. Atrás queda ya la DDR2, cuya fecha de lanzamiento fue 2003; pocas máquinas van quedando en uso con ella, salvo esas obsoletas que se siguen viendo por ahí con nuestro querido Windows XP. En el año 2007 se lanzó la DDR3, que es la memoria más usada en estos momentos, la cual está de sobra estandarizada tanto en precio como en prestaciones. Por último, el estándar DDR4 actual, aunque no lo parezca, lleva ya en el mercado desde 2014.
Novedades de la DDR4
La mayor de todas ellas es la velocidad, basada en un incremento de la frecuencia de reloj, sumado a un consumo menor, pasando de los 1,5 voltios de la DDR3 a 1,2 voltios. Esto supone un ahorro de energía y mejor refrigeración.
La cantidad total posible de memoria por módulo es mayor. De hecho, ya se pueden encontrar módulos de 128GB de memoria, pero ahora mismo tienen un precio absolutamente desorbitado, claro.
Como en anteriores modelos, el slot o zócalo para este modelo de memoria es diferente, habiendo cambiado la posición de la muesca que tienen los conectores de todos los módulos de memoria RAM.
¿Merece la pena su adquisición?
Actualmente, los módulos de memoria RAM DDR4 son demasiado caros, sobre todo aquellos que cuentan con una latencia aceptable. Los módulos de gama más baja tienen una latencia mayor que los de la RAM DDR3, pero el resto de valores que afectan al rendimiento son bastante superiores, lo que hace que la baja latencia no llegue a ser algo determinante de cara a descartar la DDR4.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que para disfrutar de esta memoria tendríamos que cambiar nuestra placa base y procesador, de manera que la ganancia de rendimientoque obtendríamos actualmente no compensa en la mayoría de los casos el desembolso que supone el cambio. A no ser que necesitemos una mejora de rendimiento para potenciar nuestros datacenters o un servidor de gran dimensión. Con el tiempo, seguramente merecerá la pena el uso de DDR4 para el usuario convencional, pero quizá queden aún un par de años para eso.